miércoles, 16 de diciembre de 2015

Las Aventuras de Marc - Capitulo I "Peluquería"

Hola Blondies!

Hoy retomo el blog para introducir una nueva sección titulada: "Las Aventuras de Marc".
¿Y quién es Marc?
Marc es filólogo, asesor de imagen y un escritor en potencia capaz de relatar maravillosas y divertidas historias  basadas en su día a día. Me encanta su manera de escribir cargada de toques rubios que hacen de sus relatos sean una auténtica maravilla  ¡Comenzamos!

Capitulo I Peluquería

Peluquería:
Salir de casa antes de lo habitual para cortarte el pelo, en mi caso la pelusa, que ya estaba rebelde y no paraba de flotar libremente a la mínima brisa. Llegar a la pelu habitual, y que en vez de temas pop suene bachata, salsa o lo que sea (lo siento no me gusta nada, ese ritmo entre rápido-lento con voces masculinas agudas me crispan). No es nada personal, y a quien le guste perfecto, pero a mi, no. El chico que habitualmente me corta el pelo, o pelusa del infierno, no está. Segundo punto negativo. Me entero que ya no trabaja allí, tercer punto negativo. Aún así soy de buen conformar, me dejo cortar el pelo por el nuevo. 
Al acabar con un lado se va al otro, empieza a bufar y suelta un "joder". Intuyo que es debido a mi pelusa rebelde, que se moja y al segundo se vuelve a secar. Un segundo "joder" casi seguro que es xq mi pelusa le resbala entre los dedos.Confirmación, es por eso. Cuarto punto negativo, yo no tengo la culpa de tener pelusa, sé educado, yo no me quejo de tu música y tus uñas largas con las que me pinchas! Acaba de cortarme el pelo. "tienes unas canas rebeldes, despuntan"😲Me lava la cabeza, me pone la cera, y me peina como a un niño de la guerra, quinto punto negativo. Automáticamente mi mano se va a la pelusa y la despeino, mejor así. Pero el resultado no es como el otro chico lo hacía, soy una cabeza con una ligera forma de piña... En fin ya crecerá... De todo esto extraigo, el próximo día voy a otro. No me gustan los cambios, ni de peluquero (allá donde estés hazme una señal y voy) ni de música. A trabajar con mi cabeza piña, hoy soy Carmen Miranda!


¡Soy una piña!